Tu eres tú.

En todo el mundo, no hay nadie
Exactamente como tu.
Hay personas que tienen algunas
partes que se parecen a ti,
pero nadie es idéntico a ti.
Por lo tanto, todo lo que sale de
ti es automáticamente tuyo porque tu solo lo elegiste.

Todo lo tuyo te pertenece:
tu cuerpo, incluyendo todo lo que éste hace;
tu mente, incluyendo sus pensamientos o ideas;
tus ojos, incluyendo las imágenes que perciben;
tus sentimientos, cualesquiera que éstos pueden ser
coraje, alegría, frustración, amor, desilusión,
excitación;
tu boca, y todas las palabras que salgan
de ella, agradables, dulces o bruscas, justas
o injustas;
tu voz, fuerte o suave;
y todos tus actos, sean éstos para
otros o para ti mismo.

Te pertenecen tus fantasías, tus sueños, tus esperanzas,
tus temores.
Te pertenecen todos tus triunfos y éxitos, todos tus
fracasos y errores.
Porque todo lo tuyo te pertenece, puedes llegar a familiarizarte íntimamente contigo mismo.
Y al hacer esto puedes amarte y aceptarte, y aceptar todas las partes de tu cuerpo.

Entonces puedes hacer posible que todo lo que te pertenece trabaje para lograr lo mejor para ti.
Sabes que hay aspectos de ti mismo que te confunden,
y otros que no conoces.
Pero mientras te conozcas y te ames,
puedes buscar valerosamente y con esperanza
la solución a tus confusiones y la forma de conocerte más.
La forma que luzca, como suene para los demás, lo que
digas o hagas, lo que pienses y sientas en un momento determinado, eres tu.
Esto es auténtico y representa dónde estas en ese momento.

Cuando más adelante analices cómo lucía y
sonaba lo que dijiste e hiciste y cómo
pensaste y sentiste, algo parecerá no encajar.
Puedes descartar lo que parece no encajar, y
Conservar lo que sí encajó, e idear
algo nuevo para reemplazar lo que descartaste.
Puedes ver, oír, sentir, pensar, hablar y actuar.
Tienes los instrumentos para sobrevivir, para
acercarte a los demás, para ser
productivo y para hacer sentido y sacar del mundo las
personas y cosas ajenas a ti.

Te perteneces. Y por lo tanto puedes manejarte.
Tu eres tu
Y tu estas bien.

Virginia Satir